Qué es un santo:
Cuando escuchamos la palabra beatificación o canonización, es preciso remontarse a la raíz etimológica de santo. Ya que tiene que ver con sacrificio a la cosa adorada. Canon es una voz griega que significa regla, es decir, se dice de algo que está conforme a un código. No obstante, el sustantivo “canonizar “seria: ordenar. Ahora bien, si la cosa adorada, ordena en este caso santidad, entonces nos estaríamos refiriendo a un dios.
Desde el punto de vista, teológico, que es el único vinculo por el cual escuchamos la palabra santo. Tenemos que recurrir a la Biblia como Documento Oficial. En el mimo Texto encontramos un sin número de artículos que hacen referencia a la santidad propiamente dicha. De hecho es un mandamiento, el cual en pocos se cumple porque desconocen la Biblia.
Según la tradición se conoce como santos una serie de monumentos y estatuas viejas que adornan tanto edificios como lugares históricos, hasta se pueden encontrar estampitas. Y esto tiene qué ver mucho con la colonización de las Américas y ese cruce de culturas entre Europa África y América, en la que buscando desmitificar un sector del paganismo: Unos dioses fueron cambiados por otros como ocurrió en la santería afroantillana, lo que quiere decir que este tipo de ídolos también eran colonizadores. Por ejemplo, que Changó fue colonizado por santa Bárbara; Babalú Ayé Por san Lázaro; Burukú por santa Ana, etc.
Como podemos ver la santería se constituye en idolatría, y es la idolatría la primera afrenta, por lo tanto la mayor ofensa. Hablar de santería es hablar de los muertos, el rito canónico se empleo en las más antiguas culturas como la sumeria y egipcia, siendo esta ultima la razón de honrar a laos muertos al dios Ra, el dios Ka, también conocido como Osiris, que junto a Isis y Horus. De donde surge una sigla muy conocida por los jesuitas “IHS”. Se emplea una especie de culto onírico. Del cual se adoptó el novenario y el rezo por los muertos que consistía en pretender sacarlos de condenación después de un paso por el purgatorio. Por eso es que el culto a los muertos no es sólo una cuestión de doctrina religiosa. Es el más detestable acto de hipocresía, porque en la sociedad se acostumbra a usar el nombre de los muertos para bautizar, colegios, bibliotecas, parques y hasta pueblos , es decir, la misma hipocresía es la que sale a hablar maravillas del muerto y a reconocerle las virtudes divinas, como decimos en Colombia; no hay muerto malo. Uno no sabe de pronto las animas se alborotan…
Lo que quiero decir es que cualquiera puede ser santo, la diferencia es que un santo no puede ser un cualquiera. La palabra santo significa: apartado, es decir; escogido. No hay que hacer tanta alharaca, máxime si comprendemos que un muerto no se puede santificar, a menos que antes de morir se haya arrepentido.
Quiero recordar que la santidad no es a dedo, porque como existe el folklorismo de los medios empeñados en meterle cuento a la gente.
Santificaos pues y sed santos porque yo Jehová soy vuestro Dios.Y no harán rasguño en sus cuerpos por un muerto ni imprimirán en ustedes señal alguna Yo Jehová. Levíticos 20,7 -19,28.
En el espacio exterior hay dos ejércitos que combaten fuertemente son los ángeles y los demonios, lo demás es pura y física carreta, los muertos nada son dice la Biblia que ni pueden hacer bien ni pueden hacer mal.
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